ARTE POÉTICA (CELEBRANDO EL DIA INTERNACIONAL DE LA POESÍA)

ARTE POÉTICA

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.




DATOS DEL POETA: J.L. Borges. (No es necesario más datos sobre él).

COMENTARIO: El 23 de marzo se suele celebrar este día. Desde este espacio traemos este poema de Borges para celebrarlo. La alusión a Heráclito es uno de los tópicos de la literatura y la poesía del argentino, y nos proporciona las claves de esta poética: la poesía da cuenta del continuo devenir de nuestra existencia, pero, mediante ella, trastoca ese dolor que supone estar vivo en música, en rumor, en símbolo de otra cosa más enriquecedora. La poesía  puede ser pobre para muchos, pero es inmortal cuando nos enseña esa humildad de Ulises tras el regreso a su hogar. La poesía y su lectura nos muestra nuestro propio rostro: en el espejo de los años quedará el reflejo de aquellos que han leído poemas asiduamente. No sabemos lo que veremos en él al final, pero sí estamos seguro que será distinto del de aquellos que no leen poemas..., También estamos seguros de que los pobres no somos nosotros, los lectores de poesía.

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