EL RODAR DEL MUNDO

Prestado, prestándose
de sol a luna y de luna a sol
vinculándose.
Así el mundo rueda
y es.

No existen abrazos, ni besos posibles
en un solo cuerpo.
Hablo y no hago más que robar palabras
de un baúl viejo y colectivo.

La lluvia no sería húmeda
si nada ni nadie la recibiese.
La soledad misma
que a veces orgullosa cree ser
su misma y profética hija
es el aliento necesario para el próximo abrazo
la cuerda silenciosa que hermana dos versos.

No amo lo que no se vincula: el beso fingido
la palabra sorda
la lluvia ácida
la huida misantrópica.
(No amo lo que no es).

Ángel Calle En: VV.AA. Negra Flama. 
Poesía antagonista en el estado español.
Edt. SOV (Jaén, 2013)


DATOS DEL POETA: Ángel Calle. La nota bio-bibliografía siguiente, se la debemos a él mismo:

Nacido en 1969, en Madriz, aunque con sangre por los rincones del Jerte. Me pongo a estudiar números. Me dicen poco. Me hacen sociólogo por la vía del doctorado, comprendo algo más. Publico dos libros sobre movimientos sociales, en particular el último (Nuevos Movimientos Globales, Ed. Popular) es reflejo de mi activismo en la construcción de otras realidades desde entornos varios: proyectos agroecológicos, centros sociales autogestionados, Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa. Anudo estos lazos, añado emociones y edito mi primer y único poemario: Los Vínculos (Editorial Isla Varia). Preparo Utopistas y Desutópatas.

Fuente: http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com.es/2007/02/ngel-calle.html


COMENTARIO: ¡Son tan importantes los vínculos! Y el vínculo necesita al otro (el sol a la luna), pero también, como señala el diccionario, nos atamos a él. Incluso siguiendo al diccionario, el vínculo nos funde con el otro: un hermano, un amigo, la amada (No existen abrazos, ni besos posibles/ en un solo cuerpo) o con nuestra propia cultura heredada (Hablo y no hago más que robar palabras/ de un baúl viejo y colectivo). Y, sin embargo, los vínculos los elegimos nosotros, porque sospecho que nos vinculamos a aquello que nos es afín, o nos atrae, como también decidimos no hacerlo con lo que nos espanta o nos aleja de nosotros mismos. Me emociona el final del poema de Calle y valdría memorizar, al menos, su última estrofa, no exenta de análisis metafísicos: NO AMO LO QUE NO ES. Bueno, muy bueno...

Comentarios