PAN DURO

La madre de mi madre se tomaba
el pan del día anterior o el de hacía dos días 
para desayunar, con su café manchado.
Era como un gorrión. Emocionaba ver
a aquella señorita de Alicante
con más de ochenta años de ternura
nutrirse despacito igual que un pobre
cartujo, allí sentada en su butaca.
Mi madre sonreía al verme sorprendido
contemplando a su madre, en una casa
cuya despensa inmensa
se parecía a un bodegón de Snyders.
Y alguna vez, para explicarme aquello,
me dijo llanamente: es por la guerra;
no te preocupes, Jaime, es por la guerra
.
Dos décadas después, y a casi un siglo
de la Guerra Civil, ahora soy yo
el que coge el pan duro
y lo besa despacio
y se lo come haciéndolo migajas
con un café con leche.
Mi mujer no da crédito, y se queda
alucinada cuando le contesto
completamente en serio que no le dé importancia,
que lo hago por la Guerra. 


Datos del poeta: Jaime García-Máiquez (Murcia, 1973), se dio a conocer como poeta con el premio Luis Cernuda obtenido por su libro Vivir al día (1998).  Ha escrito Otro cantar (Premio Arcipreste de Hita, Pre-textos, 2007) y dos pequeños cuadernos de haikus: La isla del tesoro (El Sitio, 2004) y próximamente aparecerá . Ha aparecido en varias antologías, entre las que cabe destacar Un siglo de sonetos en español (Hiperión, 2000), La búsqueda y la espera, antología del grupo Númenor (Kronos Creación, 2005), Orfeo XXI. Poesía contemporánea y tradición clásica (Llibros del Pexe, 2005), y Sombra hecha de luz. Antología de poesía andaluza actual [1950-1978] (Universidad Nacional Autónoma de México, 2006).

Comentario: ¡Qué fácil hacer poemas, verdad! Palabras sencillas, una experiencia común, un modo prosaico de narrar la vida. Pero, frente a lo aparentemente fácil está la labor del poeta, hallar el modo de que el lector se sorprenda. Eso es lo difícil, pero también lo enigmático, lo valioso. En fin, aunque no tomemos pan duro, pero tampoco pan del bueno... (ese pan que ya parece que es imposible encontrar), podemos entender que hay detrás de ese gesto que une a dos generaciones muy distintas (¡qué ternura en ambos casos!), pero que están en la misma tesitura: intentar soportar la guerra en la que todos estamos sumergidos, lo sepamos o no.

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